Presunto asesino de policía suplicó que lo mataran, testificó el compañero de Andrés Vásquez Lasso
Después de supuestamente disparar y matar a un oficial de la Policía de Chicago en un parque infantil de Gage Park, Steven Montaño suplicó a la policía que también lo matara, según testificó el miércoles el compañero del oficial.
“Él comenzó a caminar hacia mí y me dijo: ‘Mátame’”, contó el oficial Miguel Enciso a los miembros del jurado. “Empezó a suplicarme que lo matara”.
El juicio de Montaño, el hombre acusado de matar al oficial Andrés Vásquez Lasso, se reanudó el miércoles con el jurado viendo las imágenes de la cámara corporal del compañero del oficial fallecido.
En la tarde del 1 de marzo de 2023, Vásquez Lasso y su compañero, Enciso, estaban respondiendo a un incidente doméstico cuando vieron a un posible sospechoso corriendo hacia una escuela primaria.
Vásquez Lasso se bajó de su patrulla y persiguió al hombre, testificó Enciso el miércoles. Momentos después, relató Enciso, escuchó disparos.
Cuando Enciso llegó al parque infantil, vio a Vásquez Lasso en el suelo, sangrando de la cabeza, y a Montaño sentado a unos 15 pies de distancia, con un arma cerca.
Enciso pudo agarrar el arma e instruyó a Montaño que permaneciera en el suelo, dijo. Pero en lugar de eso, Montaño se levantó y comenzó a caminar hacia Enciso y Vásquez Lasso, testificó Enciso.
Montaño continuó ignorando las órdenes, según Enciso, así que el oficial guardó un arma, sacó una pistola eléctrica y electrocutó al entonces joven de 18 años de edad, tirándolo al suelo.
“Él me dijo que lo matara, yo le dije que se callara”, dijo Enciso a los miembros del jurado el miércoles.
“Él [Montaño] dijo: ‘Tú cállate el h- - - - - p- - - -, por eso maté a tu amigo hijo de p- - - -’”.
La madre de Vásquez Lasso salió de la sala de la corte mientras se reproducía la grabación de la cámara corporal del encuentro.
La tarde del 1 de marzo de 2023, Montaño y su entonces novia de 37 años de edad, Linda Perea, estaban discutiendo cuando él se lanzó hacia ella y le dijo que tenía un arma, testificó Perea el martes.
Ella llamó al 911 e informó que Montaño estaba armado, pero él le colgó el teléfono a los despachadores y lo arrojó, dijo.
Cuando los oficiales llegaron, Montaño saltó por una ventana hacia un pasillo y corrió hacia un callejón, llevando lo que parecía ser un arma, según los fiscales.
Vásquez Lasso llegó como refuerzo y vio a Montaño corriendo hacia la Escuela Primaria Sawyer. Vásquez Lasso se bajó de su auto y lo persiguió, ordenándole repetidamente que se detuviera, dijeron los fiscales.
Cuando Montaño llegó a un área de parque infantil cercada, de repente se dio la vuelta y apuntó con una pistola a Vásquez Lasso, dijeron los fiscales.
Disparó cinco veces, alcanzando a Vásquez Lasso en la cabeza, el brazo y la pierna, dijeron los fiscales. El oficial disparó dos veces, impactando a Montaño en la cara.
El oficial Saúl Cantería, amigo de Vásquez Lasso, también estaba trabajando en el distrito de Chicago Lawn esa tarde. Cantería y Vásquez Lasso se habían conocido durante el almuerzo en su primer día en la Academia de la Policía de Chicago, cinco años antes.
Luchando entre lágrimas, Cantería dijo a los miembros del jurado que estaba a unas cuadras de la escuela cuando escuchó un 10-1, o llamada de emergencia, anunciarse por la radio.
Cuando llegó al lugar, dijo Cantería, solo vio a Montaño y corrió a ayudar a Enciso a ponerle las esposas.
Enciso comenzó a gritar: “¡Súbete al auto, súbete al auto, llévenlo al hospital!”
Fue entonces cuando Cantería notó al oficial en el suelo.
“¿A quién reconociste que era?”, preguntó el fiscal adjunto Kevin Nolan a Cantería el miércoles.
“Mi amigo”, dijo Cantería, esforzándose por hablar. “Mi amigo Andrés”.
“¿Qué hiciste?”, preguntó Nolan.
“Grité”, dijo Cantería.
Cantería y otros oficiales pusieron a Vásquez Lasso en una patrulla y lo llevaron rápidamente al Hospital Mount Sinai, donde posteriormente murió.
Vásquez Lasso es uno de los ocho oficiales asesinados en incidentes ocurridos en el cumplimiento del deber desde 2018, según la Fundación Conmemorativa de la Policía de Chicago.
El joven de 32 años de edad personificaba “el sueño americano”, según sus compañeros. Llegó a Estados Unidos desde Colombia a los 18 años, aprendió inglés y se unió al Departamento de Policía de Chicago (CPD) a los 27.
La defensa de Montaño ha calificado el tiroteo como una “situación extremadamente trágica” que nunca debió haber sucedido.
Alegan que el entonces joven de 18 años de edad tenía problemas en la escuela, estaba separado de sus padres y desconfiaba de la policía. Esa tarde, los abogados de Montaño dijeron que tuvo una “reacción muy desafortunada”, pero que no cometió un asesinato en primer grado.
Se espera que el juicio de Montaño dure el resto de la semana.
Traducido con una herramienta de inteligencia artificial (AI) y editado por La Voz Chicago