Trump ordena a agentes migratorios ocupar oficinas de USAID: ¿podría ser un nuevo plan para deportar inmigrantes en EE. UU.?
Durante la Conferencia de Acción Política Conservadora (CPAC), Donald Trump criticó a USAID, tildándola de "estafa de izquierda" y anunció que su nombre ha sido retirado del edificio de la agencia. Esta declaración coincide con la reciente decisión de un juez federal, quien autorizó la eliminación de miles de empleados de USAID. Esta medida tendrá un impacto significativo en diversos programas, incluyendo aquellos relacionados con la salud, la seguridad alimentaria y la asistencia humanitaria a nivel mundial.
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Agentes migratorios ocuparán oficinas de USAID: Trump ordena medida que genera polémica entre inmigrantes
La decisión de Trump de trasladar a agentes migratorios a las oficinas de USAID ha generado una fuerte reacción entre activistas, inmigrantes y defensores de los derechos humanos. USAID era una de las principales agencias de asistencia internacional, financiando proyectos en áreas clave como:
- Salud global y acceso a medicinas esenciales
- Programas de seguridad alimentaria para comunidades vulnerables
- Respuestas ante crisis humanitarias y desastres naturales
- Desarrollo económico y asistencia a países en conflicto
Ahora, con la eliminación de USAID, el espacio que antes albergaba a funcionarios dedicados a la cooperación internacional será ocupado por agentes de CBP, en lo que muchos consideran un claro endurecimiento de las políticas migratorias de Trump.
El cambio de uso del edificio ha sido visto como una señal de la administración de que reforzará el control fronterizo y endurecerá las deportaciones, lo que ha generado preocupación en comunidades migrantes, especialmente entre quienes buscan asilo o protección humanitaria en EE. UU.
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¿Cuáles son las oficinas de USAID y por qué Trump ordenó ocuparlas con agentes migratorios?
La Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) fue creada en 1961 y ha operado en más de 100 países brindando asistencia económica, sanitaria y social. Sus oficinas centrales estaban en Washington, D.C., pero contaba con múltiples sedes en otras ciudades y delegaciones en el extranjero.
El cierre de la agencia forma parte de la política de "Estados Unidos Primero", promovida por Trump, que busca recortar la ayuda exterior y priorizar recursos para asuntos internos. Según la administración, USAID representaba un despilfarro de fondos federales y no se alineaba con sus objetivos migratorios y económicos.
Sin embargo, organizaciones defensoras de derechos humanos han advertido que la eliminación de USAID podría afectar a millones de personas en el mundo, ya que muchos de sus programas proporcionaban asistencia en:
- Atención médica y vacunación en zonas de conflicto
- Ayuda a refugiados y desplazados por violencia
- Sistemas de alerta temprana ante desastres naturales
El cierre de USAID y la reubicación de agentes de CBP en sus oficinas refuerzan la narrativa de Trump y su administración, priorizando la seguridad y el control migratorio sobre la cooperación internacional.
¿Puede ser un nuevo plan para deportar inmigrantes en EE. UU.?
El traslado de agentes migratorios a las oficinas de USAID ha generado especulaciones sobre si esta medida forma parte de un plan más amplio para intensificar las deportaciones y endurecer la vigilancia migratoria dentro de EE. UU.
Algunas de las acciones recientes del gobierno de Trump que refuerzan esta teoría incluyen:
- Aumento de operativos de ICE en ciudades con alta población migrante.
- Presión sobre estados para eliminar las ciudades santuario.
- Endurecimiento de requisitos para visas y procesos de asilo.
Desde la Casa Blanca han defendido la medida, argumentando que Estados Unidos debe priorizar la seguridad nacional y reducir la dependencia de la ayuda exterior. Sin embargo, opositores a la política migratoria de Trump temen que esta reubicación de agentes en oficinas gubernamentales sea una estrategia para acelerar deportaciones y dificultar procesos de regularización para inmigrantes.
Por su parte, figuras como Elon Musk han respaldado la eliminación de USAID, afirmando que la agencia solo representaba un gasto innecesario para el país.
Mientras tanto, organizaciones pro-inmigrantes y algunos legisladores demócratas han expresado su preocupación por el impacto que esta decisión podría tener en miles de personas que dependen de programas humanitarios financiados por USAID y en la seguridad de los inmigrantes dentro del país.