Castellar de la Frontera: el pueblo andaluz que vive dentro de un castillo medieval
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En la provincia de Cádiz , se encuentra un peculiar municipio que llama la atención por estar ubicado dentro de las murallas de un antiguo castillo del siglo XIII. Castellar de la Frontera , enclavado dentro de una fortaleza medieval, es uno de los pueblos en España donde la historia se hace más que presente en su trazado urbano. Con vistas impresionantes que alcanzan hasta la costa africana y rodeado por el impresionante Parque Natural de Los Alcornocales , este municipio es una joya por descubrir en Andalucía. Su casco histórico, conocido como Castellar Viejo o simplemente 'El Castillo' , está ubicado dentro de una fortaleza de origen árabe que data del siglo XIII. Construida durante la ocupación musulmana, esta fortificación formaba parte de una red defensiva para controlar el estrecho de Gibraltar. Posteriormente, tras la reconquista cristiana, pasó a manos de la nobleza, entre ellos los Condes de Castellar , quienes la remodelaron y la dotaron de mayor esplendor. Y es que el trazado irregular de sus calles y las casitas encaladas que se adaptan al terreno recuerdan su pasado medieval. Este conjunto histórico fue declarado Monumento Histórico-Artístico en 1963 y, en 2019, se sumó a la prestigiosa lista de « Los Pueblos Más Bonitos de España» . Al adentrarse en el recinto amurallado, las primeras impresiones suelen ser de asombro. Las calles del pueblo llevan a pequeñas plazas y rincones que parecen salidos de un cuento. Entre los puntos más destacados se encuentra el Alcázar de los Condes de Castellar , con su torre del homenaje, y la iglesia del Divino Salvador . Este templo, de sencilla arquitectura andaluza, está conectado al alcázar por un pasadizo conocido como la algorfa. Uno de los lugares más emblemáticos es el Balcón de los Enamorados , un mirador cargado de romanticismo y leyenda. Según se cuenta, fue el escenario de un juramento de amor eterno que terminó trágicamente, evocando historias similares a la de Romeo y Julieta. Desde este punto se pueden contemplar vistas inigualables que abarcan desde el Peñón de Gibraltar hasta la lejana costa africana. Rodeado por el Parque Natural de Los Alcornocales , Castellar de la Frontera es un destino ideal para los amantes de la naturaleza. Este espacio protegido, considerado uno de los pulmones verdes más importantes de la Península, ofrece más de 170,000 hectáreas de bosques, rutas senderistas y biodiversidad . Los ríos Guadarranque y Hozgarganta atraviesan el parque, creando paisajes de ensueño que invitan a la exploración. A pocos kilómetros del castillo se encuentran también algunos vestigios arqueológicos de la Edad del Bronce, como las Cuevas del Cancho, del Tajo y Abejera . Cuando el espacio dentro de la fortaleza se volvió insuficiente, se creó Castellar Nuevo , una localidad planificada en la década de 1970 situada a ocho kilómetros del castillo. Este enclave conserva el encanto típico de los pueblos blancos andaluces, con casas adornadas por flores y patios luminosos. Entre sus edificios destacados se encuentra la iglesia del Divino Salvador , que alberga la imagen del Santísimo Cristo de la Almoraima , una talla del siglo XVI muy venerada en el pueblo. En las proximidades, la pedanía de La Almoraima ofrece otros atractivos turísticos y culturales de la zona. Aquí se encuentra el antiguo convento de San Miguel , una edificación del siglo XVII que actualmente funciona como hotel y hacienda. Además, la Torre de la Almoraima , situada en una colina cercana, es otro de los puntos de interés del municipio para los aficionados a la fotografía y la historia. Uno de los atractivos más peculiares de Castellar es su zoológico , fundado en los años 90 como un centro de rescate para animales decomisados o abandonados. Este espacio permite a los visitantes interactuar de cerca con diversas especies, desde tigres y monos hasta reptiles exóticos . Las visitas guiadas son especialmente populares entre las familias. La cocina local también es un motivo de visita. La gastronomía de Castellar combina recetas tradicionales con productos de la zona, destacando platos como los calandrajos con hierbabuena (de liebre o bacalao), las migas de pastor, las habichuelas serranas y los chicharrone s . Para los amantes de los postres, los roscos de aguardiente son una delicia imprescindible. Para llegar en coche, cabe señalar que Castellar de la Frontera está ubicado a aproximadamente una hora y media de Málaga por la AP-7 y a poco más de una hora de Cádiz por la A-381. La carretera que conduce al castillo es bastante serpenteante pero ofrece vistas espectaculares del paisaje. Ya sea para descubrir su historia, disfrutar de su naturaleza o deleitarse con su gastronomía, Castellar de la Frontera es un destino que cautiva a todos los que lo visitan.