Línea 1 del Metro de Lima en emergencia: la necesidad de una ampliación urgente tardaría hasta 4 años más
De 33 millones a más de 215 millones de pasajeros en 13 años. La infraestructura y capacidad de la Línea 1 del Metro de Lima se han vuelto insuficiente, lo que evidencia la necesidad urgente de ampliar tanto las estaciones como los trenes. Aunque ya se han definido las dos etapas del proyecto, la firma de la adenda está prevista recién para junio del 2026 y, posteriormente, la obra tomaría cuatro años más en finalizar.
Desde 2012, la demanda de la Línea 1 ha crecido a un ritmo anual del 11 %, según Ositrán. Ese año se registraron 33 millones de usuarios, con una frecuencia de seis minutos entre trenes. Para 2014, la cifra se duplicó, alcanzando los 70 millones. Entre 2015 y 2017, el número se estabilizó en torno a los 108 millones. En 2019, tras una ampliación ejecutada en 2016, se alcanzó un pico de 170 millones, gracias a la reducción del intervalo a tres minutos.
En 2020, 2021 y 2022 la demanda disminuyó debido a la pandemia de COVID-19. No obstante, en 2023 el flujo subió a 172 millones y continuó en ascenso hasta 2025, año en el que, solo hasta agosto, se registraron 132 millones de viajes y se proyecta un cierre anual de 220 millones de pasajeros.
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Demanda aumenta hasta en 11% por año
Según el ingeniero Miguel González, jefe de Ferrovías del Organismo Supervisor de la Inversión en Infraestructura de Transporte de Uso Público (Ositrán), en los últimos años se logró un incremento anual del 11% de pasajeros y se espera mantener ese crecimiento. No obstante, sin la suscripción del contrato no será posible ejecutar ninguna ampliación ni reducir el intervalo entre trenes. Además, indicó que, una vez firmado, el plazo estimado para ejecutar las obras será de hasta cuatro años posteriores.
González reconoció que la capacidad de la Línea 1 ha llegado a su límite, especialmente en horas punta, cuando se generan extensas filas. “El problema son las colas, porque la demanda supera la capacidad ofertada”, señaló. Según González, la seguridad del servicio motiva que cada vez más personas opten por usar el metro.
¿La solución? González recomendó a la ciudadanía evitar las horas punta para reducir los tiempos de espera: “En lugar de viajar en hora punta, es preferible hacerlo un poco antes o después para no hacer tanta cola”. Sin embargo, esta alternativa refleja la urgencia de ampliar el servicio. El propio ingeniero señaló que, para evitar el tráfico limeño, opta por salir más tarde del trabajo, pese a que no todos disponen de esa facilidad: “Prefiero salir más tarde, así encuentro menos congestión y llego más rápido a casa”.
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Ampliación de la Línea 1 del Metro en dos etapas
Durante el 38.º Congreso Anual de la Asociación Latinoamericana de Metros y Subterráneos (Alamys), el gerente de la operadora, José Zárate, reconoció que es fundamental ampliar el servicio y reducir los tiempos de espera debido a la creciente demanda.
Desde el Ministerio de Transportes y Comunicaciones (MTC), sostienen que, en coordinación con la Autoridad de Transporte Urbano de Lima y Callao (ATU) y ProInversión, impulsan el Proyecto de Ampliación de Capacidad de la Línea 1, el cual busca incrementar la capacidad operativa mediante la adquisición de nuevos trenes y la inversión en infraestructura ferroviaria.
Al respecto, González detalló que la ampliación se dividirá en dos fases. La primera busca reducir la frecuencia entre trenes a dos minutos en hora punta, lo que permitiría aumentar la capacidad de 620.000 a cerca de un millón de pasajeros diarios.
La segunda etapa contempla reducir la frecuencia a un minuto con treinta segundos, con una proyección de hasta un millón 200 mil usuarios diarios. Sin embargo, su ejecución tardaría un plazo de 4,5 años aproximadamente.
No obstante, el proyecto aún se encuentra en evaluación por parte de ProInversión y el Ministerio de Transportes y Comunicaciones (MTC). Por ello, la ejecución se iniciaría luego de la firma de la adenda, prevista para junio de 2026, mientras que la ampliación culminaría “entre 2029 y 2030, aproximadamente”, explicó González. En consecuencia, la sobrecarga del sistema persistiría durante al menos cuatro años más.
Solución temporal ante el colapso
Desde Ositrán sostienen que, mientras se ejecutan las obras, una solución temporal será incrementar el número de trenes en hora punta. “Para diciembre se aumentará la oferta: ahora los trenes llegan cada 6 minutos en hora pico, pero se puede reducir a 5 e incluso a 4”, informó González.
Añadió que la Línea 1 del Metro de Lima se encuentra en situación de emergencia y que el problema no se resolverá antes de cuatro años, siempre que la adenda se firme en 2026. “Hasta entonces, seguiremos en la misma situación”, afirmó.
Por otro lado, el MTC, en coordinación con la empresa concesionaria, planea ampliar los horarios de mayor demanda, incrementando el flujo de trenes, con el objetivo de atender con eficiencia el aumento de pasajeros y reducir los tiempos de espera. Una medida temporal que busca mitigar la problemática general.
Demora en la fabricación de nuevos trenes
El estudio de ampliación ya fue revisado por la Autoridad de Transporte Urbano para Lima y Callao (ATU) y el MTC. Además, Ositrán mantiene una supervisión técnica y contractual con la intención que el servicio se brinde bajo los estándares de seguridad, accesibilidad y calidad, según lo estipulado en el Contrato de Concesión.
Este análisis toma en cuenta el aumento de pasajeros que implicará la Línea 2 y la futura conexión con el Metropolitano en las estaciones Grau y Atocongo. “La Línea 2 aportará unos 60.000 pasajeros diarios”, comentó González. Sin embargo, advierte que el servicio ya está al límite y que en los años posteriores la situación se volvería más caótica para abordar las unidades hasta que culmine el proceso de ampliación.
Respecto a la demora en la llegada de los nuevos trenes, González explicó que su fabricación comenzará solo después de firmar la adenda, y que, peor aún, las empresas encargadas tienen pedidos pendientes de diversos países. Asimismo, la ampliación no solo implica la adquisición de más unidades, sino también se necesita que "todos los componentes eléctricos (de los vagones actuales) sean repotenciados".
¿Qué ocurre si no se firma la adenda?
Aunque el sistema aún opera al borde de su capacidad, Ositrán advierte que las colas seguirán creciendo si no se actúa. En ese caso, solo quedaría aumentar la frecuencia de trenes en hora punta.
Si no se firma la adenda en junio del 2026, “prácticamente no se habrá avanzado nada”, lamentó González, quien explicó que sin presupuesto estatal, las obras no podrían empezar. “Hemos hecho observaciones y revisiones, pero si no se firma, no habremos hecho nada. Todo depende de que el Estado tenga el dinero”, declaró. El presupuesto estimado es de US$2.500 millones.
“La solicitud pasa por varios informes que justifican el pedido. Luego, se firma la adenda, y ese proceso toma tiempo. Esperamos que en junio se firme, para que el concesionario pueda emitir la orden de compra de trenes y transformadores”, concluyó. Finalmente, puntualizó que las obras deberían ejecutarse de madrugada para no afectar a los usuarios.
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